EL SUJETO: músico que
propone al público
su interpretación de la
realidad
Por:
Pablo Aranda Manrique
*Cómo citar este documento: Aranda, P. (2012). EL
SUJETO: músico que propone al público su interpretación de la realidad. Disponible en http://cepbo.blogspot.com
Los procesos de
conocimiento de la realidad, son determinados en su dimensión material y en su
dimensión simbólica, la primera alude especialmente a representaciones de infraestructura,
relaciones sociales y organización, la segunda dimensión tiene que ver con la
producción de significados y sentidos, éstos se traducen en la elaboración de
valores, a decir de Giménez “la dimensión simbólica está en todas parles,
verbalizada en el discurso” (2005, pp. 22-35), serían representaciones que convencionalmente
hacen todos de manera global se expresan en significados.
La música en cuanto a su composición,
refleja esa interioridad en dialogo con el entorno, por lo cual expresa
significados que son interpretados tal cual se asume esa realidad, de la misma
manera la preferencia musical depende de cómo se conecta con esa realidad, el sujeto
al igual que todos los seres vivos, tiene una respuesta especial ante la
música, la especialista en música Juliette Alvin en sus primeras
investigaciones documentadas sobre la influencia de la música en los recién
nacidos, refiriéndose al bebé revela: “su actitud de quedarse inmóvil tratando
de percibir el sonido parecería indicar dos estados: interés y reconocimiento”(Alvin,
1974, p. 30), por lo cual, el oído
humano va percibiendo la música, generando una conducta calmada y relajada; si
es expuesto a estímulos musicales
estridentes, la reacción puede ser de ansiedad o de euforia.
El sujeto en la sociedad refleja la característica del músico
Considerando que el sujeto es un individuo
que tiene una orientación hacia sí mismo, es justamente lo que genera una
construcción o la auto constitución del sujeto, el músico cuando compone o
interpreta, muestra su interioridad como sujeto, en una mirada hacia si mismo,
que brinda a la sociedad en calidad de propuesta, de la misma manera un artista
pintor o un actor, hace una propuesta a partir de su interioridad.
Rescatando que el sujeto adquiere un carácter ético crítico, al conceptualizar
en esta potencialidad, el desplazamiento, la autopoiesis, la resistencia y creación,
además del concepto de comunicación, de la misma manera el músico se desplaza
hacia otras realidades musicales cuando interpreta algo que no corresponde a su
entorno asume el entorno que tal vez conoce empíricamente o también que se lo
imagina, un músico boliviano que además
de interpretar su música interpreta o compone ritmos de otros países o zonas
geográfica, en este caso puede hasta migrar en su interpretación, como los
músicos que interpretan por ejemplo música mexicana, se convierten en
mariachis, asumen no solo la vestimenta, la música conlleva todas las
características de esa identificación, el tono, la voz, la corporalidad, la
letra que representa un mensaje que a veces usa símbolos que, a fuerza de
escuchar, se van introduciendo en la audiencia
que decodifica y hasta adapta a su cultura estos mensajes.
La autopoiesis se manifiesta en la música en cuanto el compositor o el
intérprete va determinando la estructura de un símbolo que decodifica para
transmitirlo o ponerlo a consideración de sus
interlocutores, se genera así mismo como artista, como músico el crea su
estilo, su personaje, en cada concierto asume un mensaje un texto que es
interpretado a partir de su propia creación, los oyentes interpretan y en su
aceptación refuerzan procesos de mayor sentido para el músico que reinicia su
comunicación autogenerando dialógicamente procesos de transferencia de mensajes
en base a símbolos y signos, la música.
El concepto de resistencia-creación está recogido del pensamiento de
Michel de Certeau sobre la vida cotidiana en contraposición de alguna manera al
planteamiento de Foucault sobre la fuerza o el poder que hace decir, que
produce saberes, verdades. La vida cotidiana para De Certeau es donde se
desarrollan las tácticas de escamoteo a las estrategias disciplinadoras, el
sujeto busca y diversifica sus tácticas de resistencia, anteriormente nos
referimos al músico que oferta una propuesta de interpretación de la realidad
al público, de la misma manera una interpretación puede ser irreverente al
canon que dicta la sociedad, hoy escuchamos canciones que llevan adjetivos muy
duros a cerca de la feminidad o de la sexualidad, es más hoy en día existe en
los ritmos de moda una provocación no solo al orden social sino a los valores
que preconizan cierta conducta severa respecto a la sexualidad, el matrimonio y
la concepción, parafraseando a Tintaya, De Certeau dice que lo que más le
permite al sujeto vivir la emoción de sentirse sujeto es la capacidad de
resistencia, el sujeto siente placer al burlar el sistema, este es el momento
de su felicidad, del encuentro de satisfacción consigo mismo. El sujeto está
creando siempre estas tácticas de escamoteo en la vida cotidiana, en las
maneras de hacer, de cocinar, en el arte, en la música, en el juego. (Tintaya,
2009 Clase del 10 de junio de 2009)
El concepto de comunicación implica comprender al sujeto como una comunidad
social de comunicación lingüística, orientado a construir consensos, acuerdos,
esa comunidad de comunicación es un escenario de significados, de información.
El sujeto aquí personaliza la información, asimila e incorpora aquella información como
el músico, que en su calidad de artista responde a sus necesidades y
aspiraciones, de otro modo desaparecería como sujeto por saturación, esto
explica artistas que tienen una trayectoria fugaz, un corto deambular por los
escenarios, mientras que los artistas que están en permanente intercambio de información,
actualizándose , buscando nuevos temas, en el caso de los que graban discos es
muy claro cuando artistas tiene una regularidad anual para mostrar nuevas
producciones, o como en el caso de quienes triunfan que se traduciría en
aquellos que son mejor entendidos y llegan masivamente a colectivos
sobrepasando fronteras, pueden producir temáticas que están presentes en
períodos mas largos de tiempo y que tiene un público que espera con ansiedad la
próxima producción para apreciar y a la vez decodificar el pensamiento del
músico a cerca de esa comunicación con su público, el sujeto del que hablamos busca
la información, construye una comunidad de comunicación que lo constituya como
sujeto.
En la diferencia entre sujeto y actor social
también se entiende al sujeto, a la pregunta si en las sociedades totalitarias
hay sujetos, nos respondemos, que tal vez lo que existen son actores sociales,
portadores de estrategias, de sometimiento, de disciplina, de normalización,
cumplen un rol social de control. En el tema de la música interpretamos esa
sociedad totalitaria, como aquellas sociedades que tienen sus propios
interlocutores, artistas que incluso ayudan a consolidar procesos políticos, a
veces económicos o sociales.
De la misma manera hay procesos sociales que
tienen grupos que no están conformes con esa organización, con es norma o a
veces con esas políticas que los gobernantes implantan al estado, allí nacen de
manera natural artistas que dan su opinión a cerca de la realidad en algunos
casos oponiéndose a ella o en protesta a formas de gobierno, ahí esta la música
protesta, el arte que denuncia la injusticia mediante murales, los graffitis en
las calles o simplemente la música que
al reflejar la realidad denuncia la diferencia entre sectores de una misma
sociedad, es el caso de la música villera de la argentina, que muestra una
realidad plagada de droga, pobreza, corrupción, hasta muerte y desesperanza, de
igual manera habrán momentos con la música religiosa que adormece, restringe y
ayuda a comunicar la doctrina que representa. En este sentido no podríamos
llamar a este músico autónomo “El sujeto autónomo de esta ética no es un
individuo autónomo, sino un sujeto solidario que alcanza su autonomía en la
solidaridad frente a las leyes que se imponen a espaldas de los actores”. (Hinkelammert,
1996, p. 259)
De ahí que en el caso del sujeto que compone,
su autonomía está sujeta al mandato de la sociedad que lo mantiene, desde
siempre la humanidad ha revelado sociedades que han sostenido a los artistas
para que reflejen su forma de pensar, recordemos a Mozart que escribía por
encargo, a la sombra de quienes podían sostener largos momentos de inspiración
musical con ciertas restricciones y también de parte del artista propuestas que
a veces a fuerza del virtuosismo con el que son compuestas, son aceptadas por mecenas
y quienes sostienen a los artistas o los sostienen mientras componen. El propio
sujeto busca la comunidad o el tipo de relación intersubjetiva que le permita
una efectiva constitución de su intrasubjetividad.
El sentido de la vida reflejado en una canción
El músico
decíamos, se refleja en su composición o en su interpretación, por lo tanto
interpreta un conjunto de signos y símbolos que la sociedad espera sean
codificados de acuerdo al corte histórico, social, económico y tecnológico, al
escuchar una sinfonía de Beethoven nos trasladamos a capillas o iglesia luteranas
de principios del siglo XIX, la
Oda a la
Alegría fue compuesta en 1824, sin embargo si esa composición
es interpretada con instrumentos electrónicos con una base rítmica muy
contemporánea, para quienes cultivan el arte sacro y reconocen en ritmos
modernos la composición de Beethoven sienten cierta nostalgia o reminiscencia
al escuchar este tema, aun cuando les suenes poco clásicos y muy estridentes,
para quienes no conocen o nunca escucharon la composición original, les sonará
a familiar pero gustarán o no de la reposición, es un “complejo sistema de la
configuración subjetiva de los espacios de la vida social que, en su expresión,
se articulan estrechamente entre sí y establecen configuraciones subjetivas
complejas en la organización social (Gonzales, 2002, p. 179).
Diría Giménez en su interpretación de la canción
mexicana que canta las hazañas de quienes se ponen en contra del estado de la
situación, para unos representando una vida de denuncia ante régimen y desde el
punto de vista de quienes gobiernan una afrenta a su administración, estas
consideraciones subjetivas responden al tipo de sociedad que relee o decodifica
el mensaje hecho canción, “para el pueblo y su ethos de resistencia
frente al poder, todo aquel que logra burlar a la autoridad se vuelve héroe… Cantar
sus hazañas cuando engañan a las autoridades, su astucia frente a la ley o su
éxito para evadir la vigilancia equivale a una forma de desquite frente al
poder, a una especie de catarsis social” (Héau y Giménez, 2005, p. 20).
Al interpretar a su modo la realidad,
el músico se transforma en sujeto en cuanto se integra a la subjetividad
social, en un espacio diría Fernando Gonzalez,
que está “diferenciado hasta por
la propia socialización de sus peculiaridades individuales, que pasan a
constituirse como elementos de sentido en la organización de los sistemas de
relación social que acompañan el desarrollo humano” (Gonzalez, 2002, p. 181). Ese
desarrollo humano marcado por el arte y la ciencia y en cuanto al arte,
representado por la música que se constituye en el reflejo de una sociedad que
hace del sujeto un ser puente definido chacana por Estermann en
runafofía o jaqisofía, por que media
entre lo que siente y piensa como sujeto, lo que sienten e interpretan otros
sujetos y lo que la sociedad siente e interpreta al apropiarse de una
composición o interpretación musical, reflejo de sí misma.
La
intrasubjetividad entendida como la esencia de la música
Cuando nos referimos al sujeto en su
relación interna pero con mirada hacia su sociedad encontramos el concepto de
esencia de la música, ese compositor que se inspira en la vida, en la muerte,
en el amor, en la guerra o en la paz, asume un rol de comunicador de esa
relación entendida como canon, como rebeldía al canon o como simple reflejo de
ese momento y ese espacio, tal vez refleje lo que es su cultura, entendiendo
cultura como una comunidad de sujetos frente a otra comunidad de sujetos
(Tintaya, 2009, apuntes de la clase), ese músico en su rol social establece una
relación intersubjetiva, pero internamente tiene una relación intrasubjetiva.
Esta intrasubjetividad es la que se
manifiesta en una composición, en la interpretación musical de uno o varios
individuos que tienen el mismo objetivo, como ser un conjunto, una orquesta o
un solo intérprete. Dos de los componentes básicos de la música son el ritmo y
el tono, este se manifiesta desde el nacimiento y en la escuela se ve cómo los
niños aprenden algo cantando, logrando una integración en su contexto
escolar y demostrando también que cuando
se ligan las palabras vienen fácilmente a la memoria, esto es producto del
ritmo, explica Gardner: “Así como uno puede desmenuzar una serie de niveles de
lenguajes —desde el nivel fonológico básico, pasando por la sensibilidad al
orden de palabras y significado de éstas, hasta la habilidad para apreciar
entidades mayores, como las historias—. Así también, en el campo de la música,
puede examinar la sensibilidad a los tonos o frases individuales, pero también
mirar cómo se llevan entre sí y encajan en estructuras musicales mayores que
muestran sus propias reglas de organización” (Gardner, 2001, p. 94), en esta
afirmación encontramos esa intrasubjetividad que manifiesta en su esencia
musical al hacer contacto con la cultura, con la sociedad se convierte en
intersubjetividad.
Es habitual que los jóvenes estudien con
música, por iniciativa propia o como técnica de estudio y se aplica el principio que más estímulos
son evitados ya que el cerebro va a discernir entre dos tareas, el estudiar y
el evitar que la temática de la canción distraiga más a quien percibe ambas.
“Es por eso que antropólogos y sociólogos se hallan así ante un problema análogo:
cómo distanciarse de lo inmediatamente dado, de la experiencia comprendida y
percibida por las personas" (Ortiz, 2004, p. 16), y se ve que lo
comprendido y percibido es más difícil de perderlo que lo simplemente leído.
Sin embargo donde entra la intrasubjetividad en el aprendizaje, en cuanto asume
forma de aprender, algunos mirando, otros escuchando, otros tocando y los más
escuchando música, de la misma manera esta relación entre el que compone o
interpreta música y el sujeto que la escucha o la decodifica entra en el plano
de la intersubjetividad.
La música como Identidad
En la parte final de este ensayo la
intención es exponer que la música requiere dos interlocutores el que compone o
interpreta con sus propias ideas, con su manera de ver e interpretar la
realidad en esa entrega al que escucha, al oyente, a ese sujeto que interpreta
en forma de apreciación esa comunicación para esto ese otro sujeto requiere
también la intervención de su intrasubjetividad.
En este sentido, ambos el ejecutor y el que
escucha forman parte de la vida social, de
una subjetividad social, ésta se expresa en las normas, en los valores, en los
saberes, en las representaciones, en la misma identidad, en general, en el
imaginario social, en la década de los 80’s, el autor de este documento, al iniciar
sus primeras experiencias educativas con niños, aplica y desarrolla diferentes
métodos, corrientes y escuelas pedagógicas, en su abordaje a niños de inicial
observa que la aplicación de la música y el canto benefician al aprendizaje,
mejorando la concentración, logrando la relajación y despertando la memoria y
mas que todo logrando un mejor desarrollo social y consiguiendo así integrarse
con más facilidad a sus pares y grupos sociales. “Así se presenta la música
dentro la cultura como expresión y condición de grupos, clases, etnias,
minorías y sociedades, que está impregnada de modelos y valores, ideas e
imaginarios provenientes de grupos, clases, etnias, minorías y sociedades
ubicadas más allá. Estas relaciones, los procesos y las estructuras de
dominación y apropiación, antagonismo e integración, transbordan fronteras,
mares y océanos”. (Ianni, 1998, p. 112)
Así, la identidad de una nación, como la
nuestra produce significados, como una producción intrasubjetiva frente a otros
sujetos colectivos, nuestros músicos bolivianos y quienes los escuchan se
insertan en esa armonía que produce el sonido cuando tiene un mensaje que se
aprecia como colectivo entendiendo esa interacción Gardner con las palabras del
musicólogo Schoenberg: “La música es una sucesión de tonos y combinaciones de
éstos, organizada de tal manera que produzca una impresión agradable en el
oído, y es comprensible su impresión en la inteligencia... Estas impresiones
tienen el poder de influir en las partes ocultas de nuestra alma y de nuestras
esferas sentimentales y... esta influencia nos hace vivir en el país del
ensueño de deseos cumplidos o en un infierno soñado” (Gardner, 2001, p. 92. )
en esta referencia se resume todo el papel que cumple la música en el ser humano,
en el sujeto individual que pasa a ser colectivo en la medida en la que se relaciona
con el otro, así como los niños y niñas de la experiencia relatada con
anterioridad, se sensibilizan por la música en su relación con el otro, o como
los adolescentes o en general individuos que estudian o trabajan escuchando
música.
Sin embargo el aceptar que el hombre se
comunica mediante la música es entender cómo la música produce estados de
ánimo, evocación, relajamiento y concentración que ayudan a la integración del
niño a su cultura y por ende a la sociedad en la que vive, como diría Casas:
“Si nos planteamos la pregunta ¿qué es el conocimiento musical? debemos
considerar dos aspectos frente a la música: uno, que la música es una facultad
de la especie humana como la visión y el lenguaje; y otro que se asocia con la
parte cultural del individuo: actividades colectivas, ceremonias, vida social”.(Casas,
2008, en colombiamedica.univalle.edu.co/VOL32NO4/musica.htm ).
La identidad del individuo se define
principalmente por la pluralidad de sus pertenencias sociales, a su producción
o apropiación dijimos de música o de arte en general, esta pluralidad de
pertenencias, lejos de eclipsar la identidad personal, es precisamente la que
la define y constituye. La música es una expresión de la cultura con o sin
texto posee un contenido, un mensaje que puede ser interpretado, comentando el
ejemplo de Gilberto Giménez el piano permite reproducir una música compleja en
un solo instrumento; las radios y las grabadoras permiten la reproducción y la
difusión de una música original para el consumo de un vasto auditorio; y las
tecnologías de la impresión permiten la reproducción perfecta de las obras de
arte, de modo que ya no se requiera, como antaño, de los servicios de un copista
para obtener la reproducción de una pintura original. De la misma forma la
música, generada por el sujeto que en su concepción intrapersonal comunica su
identidad, se convierte por la intersubjetividad una producción para y de la
subjetividad social que es una forma de identidad.
BIBLIOGRAFÍA
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disminuido. Buenos Aires: Editorial Ricordi Americana.
Casas, María Victoria (2008). ¿Por qué los niños
deben aprender música?. Cali Colombia: Universidad del Valle. Recuperado el 19
de agosto, disponible en:
www.colombiamedica.univalle.edu.co/VOL32NO4/musica.htm
Estermann, Josef (2006). Runasofía o jaqisofía: Antropología andina: Filosofía
andina. Bolivia: ISEAT.
Gardner, Howard (2001). Estructuras de la mente.
Colombia: Fondo de Cultura Económica.
Giménez, Gilberto (2005). Concepción simbólica de
la cultura: La leona y análisis de la cultura. México: SEP
Universidad de Guadalajara.
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significación actual en la construcción del pensamiento psicológico. Sujeto y
subjetividad: una aproximación histórico-cultural. México: Thomson.
Héau, Catherine y Giménez, Gilberto (2005). La
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valientes a los narcocorridos. Ponencia presentada en el Congreso
Internacional: “Violence, Culture and Identity”, Universidad de St Andrews
(Escocia) , 27-29 de Junio de 2005.) recuperado el 2 de agosto de 2009,
disponible en www.gimenez.com.mx
Hinkelammert, Franz, H. (1996). Crisis, caos,
sujeto. El mapa del emperador. Colección Análisis, San José, Costa Rica:
DEI.
lanni, Octavio (1998). La sociedad global. México:
Editorial Siglo XXI.
Ortiz, Renato (2004). Taquigrafiando lo social.
Buenos Aires: Siglo XXI editores de Argentina.
Tintaya, Porfirio (2009). Apuntes de la clase.
Módulo de Cultura e Identidad del Programa de Doctorado Multidisciplinario en
Ciencias del Desarrollo, del día 19 de junio. La Paz: CIDES-UMSA.
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